¡La aventura continúa! Después de haber pasado unas primeras 10 semanas investigando la resiliencia del pueblo británico de Wooler, en el nordeste rural de Inglaterra, ahora toca hacer 2000 kms con el coche para llegar a una de las zonas más rurales y escasamente pobladas de Europa. Mi destino es La Sierra de Albarracín en la provincia de Teruel (Aragón, España).
En estos últimos años, los medios han comenzado a prestarle bastante atención al conjunto de provincias españolas más despobladas en el centro de la península ibérica formadas por Teruel, Cuenca, Guadalajara, Soria y parte de Zaragoza, Burgos, Logroño, Segovia, Castellón y Valencia. Con cierta espectacularidad se ha establecido la definición de la “Laponia Española” o también “Laponia del Sur”. Desde varios libros dedicados a la temática hasta incluso un desalentador capítulo del famoso programa presentado por Jordi Évole “Salvados” de título “En tierra de nadie”.
Un capítulo que, en mi opinión, a pesar de por fin poner el foco en un problema de suma relevancia para las sociedades europeas – el abandono de (muchas) zonas rurales y la falta de oportunidades para las personas que las quieren habitar – puso demasiado énfasis en lo negativo, en lo oscuro en lo inevitable. Desatendiendo la cantidad de ejemplos positivos de lucha por una vida digna desde lo rural, de victorias contra la despoblación y de reivindicación por un igualamiento de las condiciones marco de desarrollo – servicios, conectividad, fiscalidad, … – que se merecen los pueblos y las comunidades rurales.
Y es por ello que, guiándome por la metáfora que resume mi proyecto de doctorado, – “en búsqueda de los oasis de desarrollo en los desiertos demográficos remotos” – pongo rumbo a Albarracín.
Una Sierra, una Comarca, una Comunidad y además un pueblo (¿Con estatus de pequeña ciudad?) que desde la distancia, y por medio de testimonios, documentos y artículos, prometen ser increíblemente interesantes y reveladoras sobre la capacidad de resistencia y adaptación de las comunidades rurales en un rincón paisajísticamente espectacular de Europa.
¿Será esta una comunidad rural resiliente? ¿Qué características geográficas, culturales, históricas, sociales o económicas serán claves para haber estabilizado el declive demográfico y la falta de oportunidades de empleo y vida en la Sierra? ¿Qué papel jugarán las instituciones clave y los líderes y lideresas locales? ¿Qué actores serán responsables de la dinamización de ideas, proyectos y visiones de futuro para la comarca?
Si os interesan las respuestas a estas preguntas, seguid conectados a este Blog. ¡Tengo unas ganas tremendas de llegar y entablar conversación con las y los residentes de la Sierra!
PD: Del 15 al 16 de Agosto estoy invitado a las jornadas culturales de Cuevas de Cañart (cerca de Castellote, Teruel) por la Asociación Cultural el Morrón a discutir con sus gentes del desarrollo presente y futuro de los pueblos y las zonas rurales. ¡Encantado de veros/conoceros por allí!